Es otra sorpresa para muchos esquiadores que el coste del forfait, al menos en las mejores estaciones, es de los más caros de Europa en temporada alta.

Una de las tres estaciones más grande y alta de España, además de ser la estación más meridional del continente europeo, es Sierra Nevada. Cerca de Málaga, ofrece la posibilidad de esquiar o hacer snowboard y nadar en el mar Mediterráneo en el mismo día. Esta estación fue sede del Campeonato Mundial de Esquí Alpino en 1995, el evento deportivo más grande celebrado en España, pero la falta de nieve llevó a su aplazamiento hasta 1996. La estación tiene un registro de buena nieve y, a veces, cuenta con los mayores espesores de Europa con 5 o 6 metros en primavera, permaneciendo abierta hasta mayo algunos años. También cuenta con una gran cantidad de nieve artificial.

Las principales ciudades de España no se encuentran muy lejos de las pistas de esquí. La Pinilla y Valdesqui están entre la media docena de estaciones que se encuentran a un par de horas de la capital, Madrid, donde se encuentra también una estación indoor de grandes dimensiones, que ganó mucha fama tras las visitas de los Beckham durante su estancia en la ciudad. Desde Barcelona hay un viaje corto hasta los Pirineos y a muchas de las estaciones, y de hecho muchos visitantes no españoles llegan primero a Barcelona como la forma más práctica de acceder a las estaciones de esquí españolas o andorranas. Sin embargo, un nuevo aeropuerto cerca de las pistas de Lleida abrió sus puertas en 2010 tras una inversión de 130 millones de euros para facilitar aún más el acceso.

Baqueira/Beret es una de las tres estaciones que lucha por el primer puesto en España en términos de dominio esquiable y precios de forfait. Junto con Sierra Nevada y otra contrincante del Pirineo, Formigal, que ha invertido mucho los últimos años en el estado técnico de las pistas y las ventas internacionales, ahora dice ser el área más grande de esquí en España.

Baqueira/Beret sin embargo, tiene la reputación más establecida y credenciales reales, como destino vacacional de la Familia Real española la mayoría de los inviernos. Hay varios hoteles de cuatro y cinco estrellas acordes con esta reputación además de los mejores restaurantes y tiendas, una especie de St Moritz español.