También cuenta con pistas de mayor dificultad en comparación con la mayoría de las otras estaciones del país, incluyendo el sector Spicak con varios kilómetros de pistas empinadas y conectado por un autobús.

Existen pistas de esquí en la República Checa desde hace más de un siglo, pero en pocas se han construido más allá de un remonte de perchas, la mayoría de ellas dirigidas de forma independiente por propietarios locales donde los forfaits comunes son una rareza.

Existen varias estaciones de esquí checas de grandes dimensiones que han invertido dinero en nuevos remontes en las últimas décadas, ya que el estancamiento de la era del "bloque comunista" se alargó mucho en el pasado.

La estación más grande del país es Špindlerův Mlýn, en una comunidad dispersa en torno al antiguo pueblo de San Pedro, ubicada en el centro de Montes de los Gigantes, a unos 140km (90 millas) de Praga. Tiene una hermosa iglesia barroca (1807) y fue popular gracias a Franz Kafka y, más recientemente, a la leyenda del tenis Martina Navratilova.

Una de las zonas de esquí más alta del país y también con las pistas más largas, cerca de 500m de vertical y con más remontes que la mayoría de los otros centros, incluyendo modernos telesillas, cuenta con dos estaciones locales. La más alta es Horni Misecky que suele contar con buenos espesores de nieve hasta finales de abril y con la reciente inversión en cañones de nieve artificial para compensar las deficiencias naturales, si es que ocurren.

Pec pod Sněžkou es otra de las estaciones más famosas de la República Checa, se encuentra en la montaña Snezka (Snow) el pico más alto del país (1.602m). Originalmente fue un pueblo minero de hierro, el turismo se hizo más popular después de la Primera Guerra Mundial y el primer remonte se instaló hace más de 70 años. Ahora tiene una docena de remontes, la mayoría de ellos perchas, y una desafiante pista negra, con 600m de largo, el descenso Hnědý vrch II.

Rokytnice nad Jizerou en el valle del río Jizera ofrece esquí en Lysa Hora (la montaña pelada), cerca de Harrachov. Tiene la mayor cantidad de remontes y una de las mayores diferencias verticales entre ellos, pero estos están repartidos en cuatro zonas separadas alrededor de la pequeña localidad. Aquí es posible el esquí nocturno hasta las 9 pm y se encuentran algunas de las pistas más largas del país con hasta de 3,2 kilómetros.